Publicado a principios del 2018 por Babel Editorial.
Lo cotidiano suele desplegar la vastedad.
Como un mapa orográfico,
señala.
Brillas infinitamente.
Cada día, un nuevo Universo.
……
Llevo en mi piel inscriptas
las memorias de los que me vieron crecer…
A veces tropiezo con una mirada
o con una palabra que sin madurar
cae como fruto en un patio ajeno
y entonces sé que nunca fue mía.
Otras, del brazo me retienen,
me arriman a una esquina,
me previenen de una vida
que jamás presentí
y debo soltar mis pies
de una dirección jamás elegida.
También me sobrevuelan mariposas,
barcos, algo de música…
Una vez sentí tres corazones
latiendo dentro mío
y al tocarlos, imágenes antiguas
se abrieron como diminutos
portarretratos,
el rostro esfumado y joven de mi padre,
la imagen feliz de mi madre
y el perfil de un amanecer…
Supe entonces quiénes me dieron
de beber el cáliz de Luz primera,
quiénes rieron al verme descubriendo
en la mirada, nuevos caminos para recorrer.
Ellos tendieron su alegría,
quisieron ampliar el mundo de sus vidas,
que más voces los nombraran,
compartir el pan y el agua
al mediodía
y abrieron la puerta de la casa
y vi la calle en la llovizna
y de a poco llegaron nuevas almas…
Ellas llevan en su piel
una memoria,
el día que amé en sus miradas
los nuevos caminos de mi Vida.
María Soledad Ranzuglia
Poesias en Concierto 